Vida celíaca

Ante un reciente diagnóstico de Enfermedad Celíaca (EC) o Sensibilidad al Gluten no Celíaca (SGNC) te dicen que sólo debes apartar de tu vida el pan, las pastas, las tartas, la bollería y todas esas cosas que son parte de tu día a día..Te lo pintan fácil. Pero no lo es.

A mi me entró la angustia de tan sólo de pensar que no iba a poder comer nunca más un montón de cosas que estaba acostumbrada, que me gustaban, que eran parte de mi herencia familiar, de mi cultura y tradición (vengo de familia y tradición italiana). Que si viajaba a Italia no iba a poder disfrutar de la gastronomía.. Todo un drama.

La desesperación y la obsesión de comprar todo producto elaborado que decía sin gluten, pero no sabía leer las etiquetas (almidones, colorantes, aromatizantes, etc) y entraba en duda en si podía contener trazas (hasta ese momento ni sabía que eran las trazas), si es apto o no, si tiene que venir certificado o no..

Es que claro! Ahí te das cuenta que estás perdido, que te han dicho que tienes que quitar el gluten, pero no te han dicho en todos los lugares donde se esconde.. Hay que volver a empezar, hay que aprender a elegir que comer, donde comprar, que prever…

Pasé por todos las etapas de un duelo; cinco estadios que son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación y tienen lugar en mayor o menor grado siempre que sufrimos una pérdida.Y yo había perdido los alimentos que más presente tenía en mi día a día.

Tuve que reacomodar mi ritmo de vida, mis rutinas y mi entorno para priorizar mi salud a través de los alimentos.

Me centré en mí, me prioricé y descubrí que tenía un superpoder: La Resiliencia.

En otra entrada continúo. La Vida Celíaca es un viaje de ida…

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